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lunes, 23 de febrero de 2015

EL DIABLO Y SUS NOMBRES 2



 

ANA MARIA SEGHESSO

 

 

 

 

  El Infierno en Grecia.

   

 

Tártaro es llamado por Homero y Hesíodo la región del mundo más profunda, ubicada debajo del Infierno o Hades. Entre el Infierno y el Tártaro existe la misma distancia que entre el Cielo y la Tierra. 

Son el fundamento del Universo.

 




Hades y Cerbero 








La leyenda narra, que es en el Tártaro, donde las distintas generaciones divinas recluyeron a sus enemigos. El dios Urano encarceló allí a sus primeros hijos, los Cíclopes,  concebidos con Gea.


Con el pasar del tiempo el Tártaro fue confundido con el Infierno y allí se confinaron los grandes criminales y los adversarios de los dioses olímpicos.















Dionisio ofrece dones a los dioses del Infierno

 Proserpina y Hades





El Tártaro era temido no sólo por los mortales, sino también por los propios dioses. Cada vez que alguno de ellos se oponía a Zeus, éste lo amenazaba con aprisionarlo y el rebelde se apresuraba a obedecer.






Hades es el dios de los muertos y mora en el Tártaro. 




Junto con sus hermanos  Poseidón y Zeus gobierna el Universo. 





Poseidón y Anfitrite


Benvenuto Cellini

(salero) 




Mientras Zeus domina el Cielo y Poseidón el Mar, Hades obtuvo el mundo subterráneo. 


 

Zeus y Hera

 

 



Cuando Hades nació fue devorado, al igual que sus hermanos, por su padre Cronos. Participó, además, en las luchas violentas para imponerse en el Olimpo contra los Titanes. 




Hades fue dotado por los Cíclopes de un yelmo que lo volvía invisible. Esta característica es fundamental en su perfil y en la de otros héroes, como Sigfrido, en la mitología germánica.





     
Hades significa el "Invisible" y no era nombrado, porque se temía atraer su cólera, de manera que era interpelado con eufemismos. El más común era el de Plutón "el Rico", aludiendo a la riqueza inmensa de la tierra, tanto el terreno cultivado como el que se encuentra bajo el suelo, ocultando sus tesoros minerales.





Suele ser representado mientras tiene el cuerno de la abundancia, símbolo de su opulencia.





Reina en el Infierno junto a Perséfone, y no permite a ninguno de sus súbditos regresar entre los vivos. 

Está servido por demonios y genios que le obedecen, como Caronte el barquero del Infierno, que llevaba en su barca a través de la laguna Estigia, las almas de los muertos.




Su esposa y compañera es Perséfone, raptada en la superficie de la tierra y conducida luego a las profundidades del Tártaro.






Perséfone lo acompaña en su tarea, como es habitual en el Politeísmo, donde la pareja se reparte poder y trabajos. 





    
Lo asisten también las Erinias, seres infernales, llamadas Euménides,  o "benévolas", sobrenombre destinado a complacerlas, para evitar atraer su furia vengadora. 


Protectoras del orden social, castigan todos los crímenes que alteran ese orden y sobretodo la desmesura o exceso, llamado Hybris, que tiende a hacer olvidar al hombre su condición de mortal. 




Las Euménides impiden a los adivinos y profetas vaticinar con excesiva precisión el futuro y de liberar de esta manera al hombre de su estado de incertidumbre, haciéndolo semejante a la divinidad.











Las Erinias brotaron de las gotas de sangre que impregnaron la tierra cuando Urano, el Cielo, fue mutilado por Cronos, su hijo, a pedido de su madre Gea, la Tierra, quien disgustada por el abrazo brutal de su esposo, pidió a sus hijos de protegerla. 


Cronos se armó de un hocino, cortó los testículos de Urano y los arrojó al mar.



El infierno griego no castiga ni tortura como el infierno de otros cultos. 
Sus características son la tristeza y la imposibilidad de poder salir.


Entre los romanos los nombres de los dioses infernales fueron Plutón y Proserpina, quienes reinaban en el Averno.



En Astrología se aplica el mito griego en relación con el planeta Plutón. 

Su significado más relevante es la capacidad de gestionar todos los recursos y capacidades con los que cuenta el ser humano.

En analogía con el mundo subterráneo, representa la creatividad y las riquezas de la naturaleza. 



Simboliza además la consciencia de lo oculto, de lo que es invisible, metafísico; el espíritu analítico, la seguridad económica, el sentido de los negocios, las crisis, la muerte. 
En su expresión negativa provoca el sadismo, la crueldad, la agresividad destructora. 


En el horóscopo lo representa el signo de Escorpio y la Casa octava


Fisiológicamente representa el sexo, el instinto básico, las fuerzas creativas y regenerativas del cuerpo, las transformaciones, el ciclo de la vida, muerte y renacimiento.







El planeta Plutón fue descubierto en 1930 por C.Tombaugh








Hades y Cerbero

 










 
 C.Tombaugh continuó la búsqueda de Percival Lowel,

en su homenaje ha sido asignado la fusión de sus 

iniciales como símbolo gráfico del planeta.





 




lunes, 9 de febrero de 2015

EL DIABLO Y SUS NOMBRES





 ANA MARIA SEGHESSO

 

 



EL ORIGEN DEL DIABLO

 

(primera parte)

 

 

 

 


 El Diablo es una concepción que se pierde en la noche de los tiempos históricos, hundiendo sus raíces en los mitos anteriores a la escritura. En todas las culturas religiosas el principio del Mal se ha manifestado, variando su importancia y significado.


Según un proverbio popular, "el diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo", como si el paso del tiempo hubiera aumentado sus conocimientos para alterar la moral de las sociedades.

La imagen tradicional del Diablo que conocemos en el occidente cristiano desde el Medioevo ha sido tomada de una figura popular de la mitología griega. Se trata del semidiós de pastores y rebaños llamado Pan. 




  
Pan era el dios de la fertilidad y de la sexualidad masculina desenfrenada; desplegaba una gran potencia y apetito sexual, se dedicaba a perseguir por los bosques, en busca de sus favores, a ninfas y muchachos. 

Su aspecto de macho cabrío, que popularizó el cristianismo, es una réplica del dios Pan caprino, con cuernos, rabo y barba de chivo.




  

De la figura mitológica de Pan  proviene el macho cabrío del aquelarre, representando al Diablo.

La serpiente del Paraíso que induce a comer el fruto prohibido a Adán y Eva es otra manifestación del Diablo.

La interpretación de Miguel Ángel Buonarroti



Versión de Tiziano

El diablo ofrece el fruto, con el aspecto de un niño




Adán y Eva en el Paraíso terrenal es un cuadro del pintor veneciano Tiziano Vecellio realizado alrededor de 1550 y conservado en el Museo del Prado en Madrid - España.



En la Biblia  los nombres con que se menciona al diablo, son variados y con significados diferentes.

Lucifer  
cuyo sentido en latín  es "quien lleva la luz" , transportador de luz;  su correspondiente griego Fósforo o Eósforo, "anunciador de la Aurora", como se llamaba al planeta Venus,  Lucero del alba o estrella matutina, contrapuesto a la estrella vespertina o Véspero, Lucero del atardecer.

En períodos alternos del año, el planeta Venus se puede ver cerca del horizonte antes del amanecer o en el crepúsculo, precediendo o siguiendo al Sol.

La simbología del fenómeno astronómico es confrontada al Ángel caído, que intenta brillar más que el Sol, hasta que amanece y desaparece su esplendor. 

La estrella vespertina brilla solamente cuando el Sol desaparece, revelando una mayor modestia en ostentar su brillo.


Narra la Biblia que Lucifer era bello y sabio; según el mito cristiano la soberbia lo arrastró al fuego eterno, predestinado, según los Evangelios, para alojarlo junto con su escolta de ángeles y las almas de los pecadores condenados para la eternidad.

Es un diablo inteligente que los hombres temen, irremediablemente seducidos por su poder.

Su grandeza reside en la capacidad de convicción que desafía la divinidad, asumiendo el rol de verdadero adversario de dios, en una rebelión que lo ve constantemente vencedor en reclutar almas

En su preeminencia de "príncipe de las Tinieblas" es llamado Satanás.


Para los iniciados, según Eliphas Levi, no se trata de un ente sino de una fuerza creada para el bien, pero que puede servir al mal. 
Sin embargo, lo considera  el instrumento de la Libertad.  


"El ángel caído era tan orgulloso de creerse dios, pero también valeroso para conquistar su independencia al precio de una eternidad de suplicios; era tan hermoso de no percibir el esplendor divino, tan irreductible que reina todavía en las tinieblas y el dolor, en el trono  erigido en una hoguera infinita... "  (1)



El poder absoluto de Lucifer en conquistar el alma de los humanos, que se verifica puntualmente desde siempre, ha llevado a algunos exégetas (al límite de la herejía) a formular la envidia de dios frente a su invencible adversario.


El ángel caido, con aspecto femenino











(1)  "Secrets de la Magie", Eliphas Lévi. Editions Robert Laffont S.A., Paris 2000. 


martes, 23 de diciembre de 2014

LA FIESTA PAGANA DEL SOL



ANA MARIA SEGHESSO 


 

 



Entre el 22 y el 25 de diciembre en el hemisferio Norte, las horas de oscuridad alcanzan el máximo de tiempo sobre las horas de luz. A partir del 25 la claridad del día aumenta progresivamente, luego del Solsticio de invierno, circunstancia que los antiguos romanos celebraban festejando el Rito del Nacimiento del Sol Inconquistado  - Dies Natalis Solis Invicti – El dios de la Luz destinado a triunfar sobre las tinieblas de la oscuridad y del Mal.










 
Varias divinidades solares  con funciones de salvadores de la humanidad, como Mitra, Helios y El-Gabal representaban el Sol en sus respectivas religiones.
El-Gabal, en su forma latinizada Elagabal o Elagabalus, era una antigua deidad solar siria, cuyo culto llegó a Roma durante el reinado del emperador romano Heliogábalo, a principios del siglo III d.C.
Al-Gabal era venerado originalmente en la ciudad siria de Emesa.


El nacimiento de Cristo ha sido fijado en ese período tres siglos después de su nacimiento real, si bien es cierto que en ninguna parte de los Evangelios se hace referencia a esta fecha.


La fiesta de Navidad fue instituida por Constantino el Grande, según refiere un historiador cronógrafo romano, Furio Dionisio Filocalo, en un almanaque donde aparece la indicación 



“VIII día antes de las Calendas de enero (25 diciembre): Cristo, nacido en Belén de Judea."



Constantino integró el Cristianismo - hasta entonces perseguido - como religión del estado romano, luego de experimentar con varias religiones populares, concluyó  con el culto del Sol, quizás el más popular en la mayoría del pueblo.

El emperador necesitaba adoptar una religión que sirviera a las necesidades políticas de Roma, a punto de disgregarse por los continuos ataques dentro y fuera de sus fronteras. 

Es así que adoptó una estrategia para forjar un nuevo orden en el Imperio, un orden político, espiritual, militar y económico, fusionando Iglesia y Estado Romano.








Una de las consecuencias del Nuevo Orden religioso se verificó en el modo diferente de medir el Tiempo, inspirado en la religión, puesto que las celebraciones del Imperio empezaron a reemplazarse por celebraciones cristianas.



El Calendario juliano básico - 365 días y 6 horas, dividido en doce meses -, no se modificó pero introdujo tres cambios en esta organización

- el domingo como día santo
- la semana de siete días
- la celebración oficial de fiestas fijas o Solares, como la Navidad y fiestas movibles o Lunares como, la Pascua de Resurrección.


Fue adoptado el Domingo como primer día de la Semana, una noción desconocida para los romanos, que usaban otro sistema, de Calendas (principio de mes, novilunio), Nonas (primer cuarto de Luna) e Idus (plenilunio).


El día Domingo, llamado Sol DiemDies Solis, (día del Sol), fue ordenado por un edicto de Constantino como día de reposo en el que no se debía trabajar. 



Más adelante el nombre Dies Solis fue remplazado en las lenguas romances por, Dies dominicus o Día del Señor, así el italiano Domenica, el francés Dimanche.  


En otros idiomas se mantuvo su significado original, como el inglés Sunday, alemán Sonntag, danés Søndag.




La semana constantiniana ganó rápidamente popularidad entre los romanos, entre otros motivos porque los días coincidían con los 
nombres de los dioses romanos y con sus significados astrológicos - astronómicos, cinco por los planetas conocidos, además del Sol y la Luna. 




Los juristas, obispos y sacerdotes cristianos, no del todo conformes con el significado pagano del Sol, trataron de justificar la decisión del Emperador destacando el concepto que Cristo. como el Sol, era la luz del mundo.









 















 
Sol Invictus ("sol invicto") o en forma completa, Deus Sol Invictus (latín,"el invencible Dios Sol") fue un título religioso aplicado al menos a tres divinidades distintas durante el Imperio romano: El Gabal, Mitra y Sol.


Juliano el Apóstata, emperador romano, declaró a Helios única divinidad, siendo las otras divinidades manifestaciones de este dios. Durante su gobierno la religión del Sol se convirtió en religión oficial de Roma.


Cronografía: Ciencia que tiene por objeto determinar el orden y fechas de los sucesos históricos.