Translate

sábado, 15 de octubre de 2016

DEUDAS Y DELITOS


 

ANA MARIA SEGHESSO
















A fines del invierno convocó a Julián Rivau en gran secreto para “advertirlo del verdadero significado de los sucesos que afligen nuestra comunidad”, como refería el recado que recibió el abogado en su domicilio.

Julián se presentó esa noche. 

El aspecto pavoroso del alcalde lo sobrecogió

- Ninguna novedad en la resolución de los crímenes ni en el Consejo administrativo de U.V. – señaló.

- No es para hablar de asuntos legales que lo he llamado – respondió Peterson. 

- Imagino que en la ciudad cada vecino tiene una conjetura de los hechos – prosiguió con una mueca que quería ser una sonrisa – nadie puede ignorarlo, aunque los ciudadanos no dispongan de las informaciones específicas que quizás usted posee…

- No son muy diferentes de las que publican los diarios y se ven por televisión – mintió Julián.

El alcalde dudó unos instantes, luego con voz vacilante murmuró:

- Creo que el error general haya consistido en haber usado para estos delitos la técnica usual; las pesquisas han tratado de encontrar un asesino con perfil tradicional pero están equivocadas aplicadas a estos casos.

- ¿Qué significa? – interrumpió Julián

- Es un hecho sabido que las víctimas tienen muchos puntos en común, sobretodo en sus relaciones financieras.

- Por lo que sabemos es así.

- Pero la policía no ha encontrado ni siquiera un sospechoso que haya podido llevar a cabo todos los asesinatos sin dejar nunca una huella, un indicio que conduzca al culpable… ¡y quizás sea ésta la única pista válida! ¿No lo ha tenido en cuenta?

Julián hizo un movimiento brusco y poniéndose en pie se acercó a la ventana disimulando su estado de ánimo. No tenía ninguna intención de profundizar el asunto.

- Creo que es trabajo de la policía no mío.

- Nos encontramos delante de una situación sin salida, según las apariencias de la realidad – continuó el alcalde sin escucharlo. 

- De acuerdo – aceptó Julián – y según usted ¿qué otra explicación podría existir? O dicho de otra manera ¿existe un esquema que alguien está siguiendo con siniestra solicitud?

- Todo lo que coliga a las víctimas coexiste por alguna razón o por la misma razón – explicó

- ¿Y sería?

- Una especie de gran denominador común, de llave que abre todas las puertas y resuelve los misterios, no fácil de percibir y menos de aceptar. Este mundo paralelo interfiere en el nuestro, controlando nuestras reglas, rompiendo los equilibrios establecidos; no es posible determinarlo, ni dirigirlo, sólo podemos describir sus efectos.

- Sí, lo sé – admitió Julián

- ¿Qué es lo que sabe? – preguntó el alcalde cáustico

- El poder oscuro del ejecutor de los crímenes, quien los realiza no pertenece a nuestra realidad…

El alcalde sintió por primera vez en muchos meses un gran alivio: Julián Rivau percibía los hechos sin aferrarse a inútiles prejuicios. 

Julián no quiso ir más adelante con las revelaciones, consciente de la situación extrema del alcalde, aunque no pudo evitar una última pregunta antes de marcharse

- ¿Cómo cree que terminará todo esto?

- Mal, sobre todo para mí – concluyó, sombrío.

 


*****




“UNA SESIÓN DE TAROT Y OTROS CUENTOS”


Los detalles del libro en el siguiente enlace


 Para otros países, estos enlaces




sábado, 13 de agosto de 2016

PEDRO DEL RIO, EL NIGROMANTE



ANA MARIA SEGHESSO








Pedro del Río había pasado la noche insomne, agitado por pensamientos que no le daban tregua en busca de respuestas que no encontraba en el vasto repertorio de fórmulas religiosas, no obstante hubieran resultado ventajosas para obtener el cargo prestigioso de prelado.









Fue una curiosidad ilimitada la que motivó el origen de sus conocimientos, que incluían diversas ciencias y disciplinas. Autor de tratados de derecho, teología, alquimia y sobre todo de astrología, se había impuesto al mundo cultural de sus contemporáneos como autoridad indiscutible, aunque temida y, en ciertos círculos clericales, duramente censurada.

Además de las ciencias reconocidas y aceptadas por la mayoría, había desarrollado otras, prohibidas por el canon oficial de su investidura religiosa, provocando enconos y maledicencias entre sus enemigos. Estas prácticas las había adquirido a través de viejos documentos, traducidos, interpretados y transformados según su insólita mentalidad o, quizás, por mérito de fuerzas oscuras e incontrolables.







Corrían voces persistentes que su erudición esotérica era fruto de una lucidez intelectual excepcional, manipulada por potencias ocultas que le permitían cumplir acciones extraordinarias, llamadas Magia por la mayoría de sus contemporáneos. Al principio, estos conocimientos lo cautivaron por curiosidad, pero con el paso de los años creció su apetito de omnipotencia hasta convertirse en un endemoniado por controlar los secretos de la naturaleza.

Se aferraba a la idea de que generar cosas admirables puede cumplirse no como consecuencia del deleite venal sino por virtud e iniciativa interior, y se extenuaba en la búsqueda por conocer otros mundos a través de la Magia.








 

Del libro “UNA SESION DE TAROT Y OTROS CUENTOS”

 http://anaseghesso.wix.com/una-sesion-de-tarot





 


lunes, 27 de junio de 2016

ROMA Y SU CALENDARIO




ANA MARIA SEGHESSO








                                               CALENDARIO JULIANO







 Los astrónomos egipcios corrigieron el error de la luna para medir el tiempo terrestre, creando el primer calendario solar a principios del tercer milenio a. C.

 

 

NUT

 “La Grande que alumbró a los dioses”

Personificación del Cielo


 


Como refiero en mi blog EL CALENDARIO SOLAR, la economía egipcia se basaba en la agricultura y necesitaba conocer con precisión el momento del año en que el Nilo crecía.


De esta apremiante motivación nació el calendario solar, que fue dividido en 365 días y tres estaciones.








Cuenta la tradición romana, que el primero en dividir el tiempo fue Rómulo, el mítico rey, quien junto a su hermano Remo fundó Roma en el año 753 a.C. según nuestro calendario. 


El transcurrir del tiempo en Roma fue señalado como 


ab urbe conditia (a.u.c.) 

"desde la fundación de Roma"



tras el numeral del año.













Calendario de Rómulo



El año tenía diez meses, con el equinoccio de primavera situado en el primer mes del año, Martius:



Martius

Aprilis

Maius

Iunius

Quintilis

Sextilis

Septembris

Octobris

Novembris

Decembris






Januarius  mes de Jano, dios de los portales
Febrarius  mes de las hogueras purificatorias 
(februa).
Fue agregado más tarde.

 
Fueron atribuidos  31 días a los meses primero, tercero, quinto y octavo,  a febrero 28 y a los demás 29.













 



Agregó además, Abril, proveniente de la diosa 
Afrodita y Mayo, de la diosa Maia, 
madre de Mercurio.



 
Según Plutarco, fue el rey Numa quien cambió el calendario de 10 a 12 meses, poniendo como primer mes del año a enero en lugar de marzo. 








Augusto dio su nombre a Sextilis en un decreto del Senado en su honor. Así como Quintilis fue llamado Julius por Julio César.





Este sistema se utilizó desde el 753 a.C., hasta el 46 a.C., cuando Julio César, decretó un nuevo calendario, aconsejado por astrónomos egipcios, creando el Calendario juliano.




****



Sosígenes de Alejandría fue el astrónomo y filósofo alejandrino que trasmitió a Julio César los conceptos principales para reformar el Calendario romano y adecuarlo al tiempo indicado por los astros. 




Según sus cálculos el año fue fijado en 365 días y 6 horas, es decir con un margen de error de 11 minutos y 9 segundos, correspondiente a menos de un segundo por día.[1]



El Calendario juliano cada cuatro años intercalaba un día para ajustar el cálculo, entre el 24 y 25 de febrero, por ser el 24 el “sextus kalendas martii” - día sexto antes de las kalendas de marzo -, el día extra se llamó “bis sextus”, de donde deriva el nombre de “año bisiesto”.



El cálculo se inició desde la fundación de Roma. 




En período republicano el sistema fue reemplazado por la mención del nombre de los cónsules del año. Así decían 


“Marco et Terentio consulibus anno quadragesimo octavo ab urbe condita.”



Hoy diríamos 



“Roma condita est anno septingetesimo quinquagesimo  tertio  ante Christum natum.”




“Roma fue fundada 753 años antes de Jesucristo.”




 
También se utilizó como año uno, la expulsión de los reyes, con la fórmula, post reges exactos”. 



El año en el mundo clásico, se dividió en meses y no en semanas, usadas en Mesopotamia y Egipto - utilizando el nombre de los planetas y luminarias.

Recién en el 321 d.C.  Constantino el Grande implantó la semana.


La numeración de los días del mes se dividió en tres partes, correspondientes a las tres fases de la Luna.





CALENDAE 
  

Era el día en que el Pontífice Máximo anunciaba el Novilunio, que comenzaba el mes.




NONNAE


Correspondiente al primer cuarto de la Luna y 9 días antes de los Idus



IDUS


El Plenilunio.




Las Calendas eran siempre el primer día del mes. Las Nonas y los Idus eran el 7 y el 15, respectivamente en los meses de Marzo, Mayo, Julio y Octubre y el 5 y el 13  en los otros meses.






 "La muerte de César"

(1798)

Vincenzo Camuccini



 



Los idus de marzo son los más famosos de los idus, por haberse producido entonces el asesinato de Julio César en el 44 a.C.


El acontecimiento es considerado un punto de quiebra entre dos períodos históricos, entre la República Romana y el Imperio Romano.




El 27 de junio, día de la fecha, se escribe como  



“V Calendas Julias”   



es decir el quinto día antes de las Calendas de Julio, puesto que se computa como primero el día mismo de las Calendas.



Los romanos no conocían el cero.













En 1582 se reformó otra vez el Calendario, adoptándose el Calendario Gregoriano, a instancia del papa Gregorio XIII.



 






[1] Por lo anterior, el calendario juliano consideraba que el año trópico estaba constituido por 365,25 días, mientras que la cifra correcta es de 365,242189, es decir, 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,16 segundos. Esos más de 11 minutos contados adicionalmente a cada año supondrían que en los 1257 años que mediaban entre 325 y 1582, se acumuló un error de aproximadamente 10 días, lo cual se corrigió con el calendario gregoriano.