El historiador griego Herodoto, conocido como "el padre de la Historia", menciona en su obra "Historias", la precesión de los equinoccios.
Cumplió
numerosos viajes del los que dejó nutridas anécdotas de
carácter etnográfico en su obra dividida en nueve libros, “Historias”,
literalmente «investigaciones, exploraciones», en donde narra la elevación y
caída por obra de los Griegos, del Imperio persiano.
Herodoto alterna a la seca enumeración del aparato bélico de los dos
ejércitos y la crónica de las batallas, discursos, diálogos y paréntesis
narrativas sobre argumentos como la ambición, la fugacidad de la suerte humana,
la diversidad de costumbres, creencias tradiciones locales.
Incluye en la obra elementos fabulosos mezclados con la investigación
histórica con lo que consigue la atención interesada de sus lectores.
Transcribo parte del párrafo 142 del libro II, donde refiere noticias
escuchadas de sacerdotes egipcios en relación a las generaciones pasadas desde
el primer rey de Egipto hasta el último que reinaba entonces, que sumaban 341
generaciones humanas, y en tal período de tiempo otros tantos fueron los sumos
sacerdotes y los reyes (faraones).
Herodoto describe la Precesión de los equinoccios, como "el movimiento de
rotación de las estrellas fijas que produce la variación del movimiento del Sol
respecto a su salida y ocaso".
Historias, II, 142
Así, ellos decían, en 11.340 años, ningún dios había estado con ellos en forma humana. Ni al principio ni después, entre los que reinaron en Egipto, se había verificado nada semejante.
En ese período de tiempo, relataban, el Sol se desvió cuatro veces de su recorrido habitual: dos veces habría surgido de allá en donde ahora se oculta; y donde ahora surge, allí dos veces habría puesto; nada en Egipto, por todo este tiempo, sufrió variaciones, ni los productos de la tierra, ni cuanto era el río entregaba, ni el proceso de las enfermedades o las causas de muerte."
[1] El cálculo exacto es de 11.366 años