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jueves, 1 de octubre de 2015

LEDA Y EL CISNE





ANA MARIA SEGHESSO








LEDA 

Autor desconocido.

Museo arqueológico de Nápoles



 

  Según una antigua leyenda griega, la famosa Helena de Troya, o Helena de Esparta, fue concebida por un estupro contra su madre, Leda, esposa del rey espartano Tíndaro.

El autor del estupro fue Zeus, rey de los dioses del Olimpo y Helena fue su única hija mortal, quien tuvo una vida dramática, determinada por la guerra y la muerte, maldecida y exaltada a través de los siglos.
    
Su historia fue narrada por Homero en la “Ilíada”, el poema más antiguo de la literatura europea, que canta la guerra de Troya o Ilión.
















LEDA


Leonardo da Vinci




      
Cuenta el Mito que Leda era célebre por su belleza y un día, mientras se bañaba en las aguas del río Eurotas, Zeus la vio y quedó deslumbrado por su hermosura. Decidido a poseerla se trasfiguró en un cisne gigantesco y abusó de ella.
   
De esta unión erótica y brutal Leda dio a luz cuatro hijos, Helena, Pólux, Clitemnestra y Cástor.


La historia se complica con varias versiones de los resultados del estupro. Algunos afirman que esa misma noche Leda se unió a su marido y que al cabo de un tiempo generó 2 huevos, uno de donde nacieron Helena y Pólux, hijos de Zeus y otro Clitemnestra y Cástor, hijos de Tíndaro, su marido.
Los hijos de Zeus fueron inmortales, no así los otros.


Sin embargo, existe otra versión que narra la seducción de Zeus a Némesis, una diosa, hija de la Oscuridad y la Noche, quien huyendo del abrazo del dios, cambia muchísimas veces de aspecto. 






Némesis

Mármol del siglo II a. C.


    
La diosa Némesis toma forma de monstruo marino y de diversos animales terrestres  y termina por transformarse en oca.


Zeus, con sorprendente perseverancia, se transforma en cisne y la posee.

Némesis crea un huevo azul, que los pastores recogen y lo dan a Leda. De este huevo nacen Helena, Clitemnestra y los dioscuros, Cástor y Pólux.


El mensaje de las dos versiones se parece, pero no es igual, porque en un caso la violencia es contra una mujer mortal y en el otro contra una diosa del Olimpo, de mayor peso jerárquico. 

Las consecuencias son notablemente diferentes.


Némesis es una diosa justiciera, que castiga el crimen de “desmesura” o “exceso”. Personifica la “Venganza divina”, castigando el crimen.

Su función divina es de contenido moral o filosófico, condenando el exceso de felicidad en los mortales o el orgullo inmoderado


Estos valores eran percibidos como fundamentales por el espíritu helénico de la época.




Todo lo que se eleva por arriba de su condición, en bien o en mal, se expone a venganzas de los dioses.


 Es condenado todo lo que trastorna el orden del mundo metiendo el equilibrio universal en peligro y por eso debe ser sancionado para mantener el Universo inalterado.



Son estos los principios que animan la historia de la guerra de Troya y Esparta, donde mortales e inmortales se enfrentaron durante diez años.






 Helena 

Antonio Canova